Tartamudez o Disfemia

La tartamudez o disfemia es la dificultad que interrumpe la fluidez normal del habla. El niño involuntariamente hace “saltitos” al hablar y repite sonidos, sílabas, palabras o partes de palabras y frases. Aunque es muy variable, suele aparecer en las primeras palabras de la frase y en algunos sonidos, y es más patente en situaciones como hablar por teléfono o contestar a preguntas directas. Sin embargo, también puede desaparecer si el niño canta, susurra, habla más despacio o modifica la entonación.
El origen de la tartamudez y las disfluencias es el resultado de una interacción compleja entre factores fisiológicos, de desarrollo, lingüísticos y ambientales. Los padres no son los responsables de que el niño tartamudee ni tampoco se debe a problemas psicológicos o intelectuales del mismo.
Entre los 2 y los 5 años los niños pueden cometer errores al hablar y suelen mostrar disfluencias. Estas alteraciones pueden durar semanas o meses. Junto a ellas, frecuentes al comienzo del lenguaje, debido a que el niño atraviesa un proceso difícil, porque está desarrollando habilidades muy complejas, también pueden aparecer otras disfluencias, que no son usuales y que pueden ser una señal de alarma de un tartamudeo inicial.